
HOMENAJE A UN COMPAÑERO
Con un gesto de dolor
En los rasgos de su cara
Un niño, ya adolescente
Está llorando en la plaza
Y sostiene entre sus manos
Tímidas manos de plata
Un tricornio acribillado
A balazos o con saña
Adiós papá, dijo el niño
En aquella verde alborada
Cuando su padre salía
A vigilar por la Patria
Mientras los hombres del pueblo
Descansaban a sus anchas
Le despidió sonriente
Anhelando ser mañana
Un nuevo Policía
Que eran sus sueños del alma
Y aunque había caminado
Treinta pasos de distancia
Cuando acechado en las sombras
Asesinos mataban
A quemarropa a Policía
Cuyo brillo no apagaban
Renegados ni traidores
Homicidas o canallas
Después de darse a la fuga
En un coche que robaron
Quizás a punta de pistola
O amenazas con navajas
El Policía caído
Envuelto en su propio uniforme
Va quedando sin aliento
Y su cuerpo se desangra
En mitad de densa angustia
De aquella plaza solitaria
Oyó el niño un estruendo
Se fue corriendo a la plaza
Y al ver caído a su padre
Le hablaba y le daba esperanza
Remordiéndose por dentro
Y conteniéndose las lágrimas
Por favor aún no te marches
Quédate un poquito papá
No te vayas, soy pequeño
No podré cuidar de mamá
Cogiéndole la cabeza
El gran amor de su alba
A la vez que le besaba
Sin importarle la sangre
Que de la herida manaba
Hoy cuando estés junto a Dios
Dile que cesen las lágrimas
Y que no haya tantas muertes
Injustas e innecesarias
Al ir a los cielos azules
Tan queridos por tu Patria
Cien mil compañeros
Gritarán tu nombre al alba
Ve tranquilo con los héroes
Los hombres que dan la cara
Que yo ocuparé tu puesto
Cuando sea mayor mañana
Y si es preciso, mi vida
También la daré por la Patria
El dolor sube a sus ojos
El llanto se desparrama
Y aprieta fuertemente
El cuerpo de su padre
Que una y mil veces besaba
Y por sus mejillas resbalan
Gruesas perlas de sus ojos
Perfectamente acabadas
Son muchos ya los Policías
Que en tierras vascongadas
Caen rotos y acribillados
Ante el furor de las balas
¿Hasta cuando tanto crimen?
¿Cuándo llegará la paz?
¿Hasta cuando tantas armas?
Que junto a aquel niño lloraban
Todos los niños de España
Y en su corazón se enciende
Una oración por su alma
Y en sus labios las palabras
De despedida en el alba
Hoy ya han cesado los gritos
Las voces, las amenazas
Y en una ambulancia fría
Se han llevado la esperanza
Y en un pueblecito Vasco
De aquella verde alborada
Un niño ya adolescente
Quedaba solo en la plaza
Y se abrazaba a su pecho
Una placa de esmeraldas
Y en su corazón una idea
SER POLICIA, LE BASTA
Va por ti, compañero.
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