REUTERS - 09.12.2007 11:00ENFOQUE-Suicidio adolescente
EEUU alienta lucha con prostitución
Por Mickey Goodman
ATLANTA (Reuters) - A los 15 años, Samantha Walker se involucró en la prostitución de las calles de Toledo, en el estado de Ohio, y luego fue llevada contra su voluntad a la ciudad estadounidense de Atlanta.
Lo que hace diferente su historia de otras miles es que la joven testificó contra uno de los hombres que le pagaron por mantener relaciones sexuales y ayudó a enviarlo a prisión.
Pero pocas semanas después del juicio, tomó una sobredosis de antidepresivos y murió a los 18 años.
Más de 300.000 niños son explotados sexualmente en Estados Unidos, según un estudio de la Universidad de Pennsylvania.
Muchos de ellos terminan en Atlanta, ciudad que las autoridades dicen se ha transformado en un centro de prostitución, en parte debido a que su concurrido aeropuerto la convierte en destino de hombres en busca de sexo.
Mientras que en el pasado los proxenetas utilizaban las paredes de los baños masculinos o las esquinas para promocionar a sus prostitutas, actualmente usan foros de internet como craigslist (http://www.craigslist.org/).
Los clientes coordinan el encuentro después de ver a las chicas en los sitios y luego le pagan al proxeneta o a la joven directamente en la calle, según la policía de Atlanta.
Solomon Gort, un hombre casado, padre de dos niños, con un trabajo administrativo y una casa en los suburbios de Atlanta, ofreció al proxeneta de Walker 50 dólares por mantener sexo oral con la chica en junio del 2004.
El hombre obligó a la joven a tener relaciones sexuales en una parada de la autopista y luego la llevó contra su voluntad a un motel, desde donde la chica escapó y llamó a la policía. Gort fue acusado de secuestro y solicitar sexo con una menor de edad, por lo que fue condenado a seis años de prisión.
SIN LUGAR
Luego del juicio, Walker quiso permanecer en Atlanta, pero regresó a Toledo, en parte porque el único centro en el sureste de Estados Unidos para jóvenes ex prostitutas, Casa de Angela, no tenía lugar.
En el pueblo donde comenzó a trabajar como prostituta, la joven se suicidó.
"Los tribunales no tienen los recursos para chicos como Samantha. Es una vergüenza nacional," dijo Debra Espy, la vicefiscal de distrito quien trabajó con Walker.
Samantha fue sólo una de muchos que son llevados a la prostitución por proxenetas que explotan los miedos y la baja autoestima de jóvenes que con frecuencia pertenecen a familias disfuncionales.
Nykita Hurt, una profesional de clase media, aún está desconcertada luego de que su hija, Brandi, huyó de casa en 1998 a los 14 años y se convirtió en prostituta en Atlanta.
"Pasé muchas noches sin dormir. Uno sólo piensa '¿dónde está mi hija?,"' comentó Hurt.
Brandi creció con una leve incapacidad y baja autoestima. En 1998, conoció a un hombre en un chat telefónico. Un día, cuando Hurt estaba en el trabajo, la persona fue a la casa de la joven y tuvo sexo con ella.
"Poco después, Brandi confiaba totalmente en él. El hombre vio cuán inmadura era y que había problemas entre nosotros, y se aprovechó de eso," comentó Hurt.
Brandi llama ahora sólo cuando necesita dinero.
NO EN MI CIUDAD
Para las autoridades de policía de Atlanta, el valor y posterior suicidio de Walker la convirtieron en heroína, y están utilizando su historia para alentar los nuevos esfuerzos sobre enérgicas medidas contra abusadores de niños.
La alcaldesa de Atlanta, Shirley Franklin, lidera una campaña contra la prostitución infantil bajo el lema "No más, no en mi ciudad."
La fiscalía ha comenzado a acusar a los hombres que utilizan niñas como prostitutas de delitos graves en vez de imputarles cargos menores.
"Cuando un niño está involucrado, ya no podemos decir cortésmente 'estos hombres son clientes de prostitutas'. Son abusadores de menores y delincuentes," dijo Paul Howard, fiscal de distrito del condado de Fulton, que incluye el centro de Atlanta.
Franklin le escribió al fundador de craigslist, Craig Newmark, y al presiente Jim Buckmaster en agosto, exhortándoles a quitar los anuncios de mujeres que hayan violado la ley de Georgia y llamó a otros alcaldes a realizar protestas similares.
Buckmaster dijo que la compañía "comparte la preocupación de la alcaldesa Franklin y está evaluando su sugerencia."
El sitio advierte a sus usuarios que prohibe las actividades ilegales pero Buckmaster añadió que "no controlamos el contenido de más de 25 millones de anuncios que los clientes de craigslist publican cada mes."
Desde la muerte de Walker, el departamento de recursos humanos de Georgia anunció que abrirá este año un centro con 52 camas para niñas explotadas sexualmente en el condado de Dekalb, al este de Atlanta.
Enfrentando problemas como enfermedades de transmisión sexual, adicción a las drogas y el alcohol, baja autoestima y falta de educación, pocas niñas ex prostitutas llevan una vida productiva y muchas regresan a la calle o terminan en prisión.
Una excepción es "Anna," quien testificó contra su proxeneta Andrew Moore en Atlanta en 2002, en un juicio federal.
Anna, cuyo nombre real no fue divulgado, dijo al tribunal que otro proxeneta la vendió a Moore cuando tenía 12 años. El hombre la ató con los brazos y piernas extendidas en una cama de su casa por dos semanas antes de que fuera rescatada por una tía.
Moore fue condenado a 40 años en prisión.
Para Espy, la vicefiscal de distrito que trabajó con Walker y se encariñó con ella, el esfuerzo debe centrarse ahora en intentar sacar a otras niñas de la calle.
"Samantha murió de inmediato. Otras niñas más vulnerables están muriendo de a poco," dijo Espy.
(Editado en español por Patricia Avila)
Por Mickey Goodman
ATLANTA (Reuters) - A los 15 años, Samantha Walker se involucró en la prostitución de las calles de Toledo, en el estado de Ohio, y luego fue llevada contra su voluntad a la ciudad estadounidense de Atlanta.
Lo que hace diferente su historia de otras miles es que la joven testificó contra uno de los hombres que le pagaron por mantener relaciones sexuales y ayudó a enviarlo a prisión.
Pero pocas semanas después del juicio, tomó una sobredosis de antidepresivos y murió a los 18 años.
Más de 300.000 niños son explotados sexualmente en Estados Unidos, según un estudio de la Universidad de Pennsylvania.
Muchos de ellos terminan en Atlanta, ciudad que las autoridades dicen se ha transformado en un centro de prostitución, en parte debido a que su concurrido aeropuerto la convierte en destino de hombres en busca de sexo.
Mientras que en el pasado los proxenetas utilizaban las paredes de los baños masculinos o las esquinas para promocionar a sus prostitutas, actualmente usan foros de internet como craigslist (http://www.craigslist.org/).
Los clientes coordinan el encuentro después de ver a las chicas en los sitios y luego le pagan al proxeneta o a la joven directamente en la calle, según la policía de Atlanta.
Solomon Gort, un hombre casado, padre de dos niños, con un trabajo administrativo y una casa en los suburbios de Atlanta, ofreció al proxeneta de Walker 50 dólares por mantener sexo oral con la chica en junio del 2004.
El hombre obligó a la joven a tener relaciones sexuales en una parada de la autopista y luego la llevó contra su voluntad a un motel, desde donde la chica escapó y llamó a la policía. Gort fue acusado de secuestro y solicitar sexo con una menor de edad, por lo que fue condenado a seis años de prisión.
SIN LUGAR
Luego del juicio, Walker quiso permanecer en Atlanta, pero regresó a Toledo, en parte porque el único centro en el sureste de Estados Unidos para jóvenes ex prostitutas, Casa de Angela, no tenía lugar.
En el pueblo donde comenzó a trabajar como prostituta, la joven se suicidó.
"Los tribunales no tienen los recursos para chicos como Samantha. Es una vergüenza nacional," dijo Debra Espy, la vicefiscal de distrito quien trabajó con Walker.
Samantha fue sólo una de muchos que son llevados a la prostitución por proxenetas que explotan los miedos y la baja autoestima de jóvenes que con frecuencia pertenecen a familias disfuncionales.
Nykita Hurt, una profesional de clase media, aún está desconcertada luego de que su hija, Brandi, huyó de casa en 1998 a los 14 años y se convirtió en prostituta en Atlanta.
"Pasé muchas noches sin dormir. Uno sólo piensa '¿dónde está mi hija?,"' comentó Hurt.
Brandi creció con una leve incapacidad y baja autoestima. En 1998, conoció a un hombre en un chat telefónico. Un día, cuando Hurt estaba en el trabajo, la persona fue a la casa de la joven y tuvo sexo con ella.
"Poco después, Brandi confiaba totalmente en él. El hombre vio cuán inmadura era y que había problemas entre nosotros, y se aprovechó de eso," comentó Hurt.
Brandi llama ahora sólo cuando necesita dinero.
NO EN MI CIUDAD
Para las autoridades de policía de Atlanta, el valor y posterior suicidio de Walker la convirtieron en heroína, y están utilizando su historia para alentar los nuevos esfuerzos sobre enérgicas medidas contra abusadores de niños.
La alcaldesa de Atlanta, Shirley Franklin, lidera una campaña contra la prostitución infantil bajo el lema "No más, no en mi ciudad."
La fiscalía ha comenzado a acusar a los hombres que utilizan niñas como prostitutas de delitos graves en vez de imputarles cargos menores.
"Cuando un niño está involucrado, ya no podemos decir cortésmente 'estos hombres son clientes de prostitutas'. Son abusadores de menores y delincuentes," dijo Paul Howard, fiscal de distrito del condado de Fulton, que incluye el centro de Atlanta.
Franklin le escribió al fundador de craigslist, Craig Newmark, y al presiente Jim Buckmaster en agosto, exhortándoles a quitar los anuncios de mujeres que hayan violado la ley de Georgia y llamó a otros alcaldes a realizar protestas similares.
Buckmaster dijo que la compañía "comparte la preocupación de la alcaldesa Franklin y está evaluando su sugerencia."
El sitio advierte a sus usuarios que prohibe las actividades ilegales pero Buckmaster añadió que "no controlamos el contenido de más de 25 millones de anuncios que los clientes de craigslist publican cada mes."
Desde la muerte de Walker, el departamento de recursos humanos de Georgia anunció que abrirá este año un centro con 52 camas para niñas explotadas sexualmente en el condado de Dekalb, al este de Atlanta.
Enfrentando problemas como enfermedades de transmisión sexual, adicción a las drogas y el alcohol, baja autoestima y falta de educación, pocas niñas ex prostitutas llevan una vida productiva y muchas regresan a la calle o terminan en prisión.
Una excepción es "Anna," quien testificó contra su proxeneta Andrew Moore en Atlanta en 2002, en un juicio federal.
Anna, cuyo nombre real no fue divulgado, dijo al tribunal que otro proxeneta la vendió a Moore cuando tenía 12 años. El hombre la ató con los brazos y piernas extendidas en una cama de su casa por dos semanas antes de que fuera rescatada por una tía.
Moore fue condenado a 40 años en prisión.
Para Espy, la vicefiscal de distrito que trabajó con Walker y se encariñó con ella, el esfuerzo debe centrarse ahora en intentar sacar a otras niñas de la calle.
"Samantha murió de inmediato. Otras niñas más vulnerables están muriendo de a poco," dijo Espy.
(Editado en español por Patricia Avila)
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